El Mouriñogate y PEMEX


¿Con quién pelea el Presidente?

Como Vicente Fox, Felipe Calderón se “enganchó” a los actos de provocación ideados por López Obrador
Se convierte en defensor de un funcionario al que buena parte de la sociedad no ve como un hombre honesto
Queda claro, con el “apapacho” que le brindaron a Juan Camilo Mouriño el presidente Calderón, los gober-nadores azules y la dirigencia del PAN, que gobierno federal y partido en el poder se tragaron completo el anzuelo lanzado por Andrés Manuel López Obrador.
Y es que lo que vimos ayer en la casa presidencial de Los Pinos no sólo fue un acto de apoyo absoluto al “hombre del Presidente”, sino la confirmación de que el secretario de Gobernación permanecerá en su cargo no por sus capacidades, eficacia y popularidad, sino por un acto de autoridad que transita en la frontera del autoritarismo.
¿Qué debemos entender cuando el presidente Calderón, todos los gobernadores azules, el dirigente del partido y los jefes parlamentarios cierran filas, en la casa presidencial, en torno a Juan Camilo Mouriño?
Las lecturas pueden ser muchas: que si es una demostración de fuerza, que si acusa recibo el Presidente de los misiles de AMLO, que si no le entregará la cabeza de Mouriño porque sería una derrota política… lo que guste y mande. Pero también existe la lectura de que el Presidente “mordió el anzuelo” y colocó al señor Andrés Manuel López Obrador en calidad de prioridad del gobierno de Felipe Calderón. Una calca del gobierno de Vicente Fox.
En metáfora podemos decir que Felipe Calderón se puso los guantes, subió al “encordado” e inició el intercambio de golpes. Pero resulta que se equivoca de adversario, porque en el fondo quien derribó a Juan Camilo Mouriño no fue el señor Andrés Manuel López Obrador, sino que el “hombre del Presidente” se fue al piso cuando los ciudadanos se percataron que les vendieron “gato por liebre”. Es decir, cuando ese conglomerado social que se conoce como “opinión pública” dijo que no era ético que el señor Mouriño firmara contratos de empresas familiares al tiempo que era servidor público.
De esa manera, el “apapacho” del Presidente y de todo el panismo al secretario de Gobernación, más que una respuesta al señor López Obrador, más que una demostración de fuerza y un posicionamiento del Presidente frente a sus adversarios políticos, parece un acto de autoritarismo frente a los ciudadanos que ven en el señor Mouriño un político y servidor público que actuó sin ética, en los tiempos en que según los propios panistas deben aparecer las manos limpias.
De manera casi idéntica a lo ocurrido con el gobierno de Vicente Fox, el presidente Calderón se “enganchó” a los actos de provocación y torpedeo mediático ideados por el derrotado candidato presidencial. Con ello convirtió al “legítimo” en el centro de las preocupaciones del gobierno federal y —como si no fuera suficiente que el tabasqueño esté en el centro de la influencia mediática— entró a una peligrosa vorágine de ingobernabilidad. ¿Por qué ingobernabilidad?
Porque la estabilidad de un gobierno, eso que se conoce como la gobernabilidad, se adquiere y refuerza cuando los actos de autoridad de un mandatario van acompañados por la aceptación de los mandantes. ¿Y qué es lo que está pasando a raíz del “escándalo Mouriño”?
Primero, que, en efecto, el principal adversario del presidente Calderón lanzó un misil con una buena dosis de demagogia, pero que portaba elementos suficientes para llamar a la duda de los ciudadanos. Segundo, que frente a esa duda, los “genios” que asesoran al secretario de Gobernación lo hicieron aparecer con un discurso que quiso ser de víctima, pero que terminó por ser visto como una pieza redonda de cinismo: “Sí firme los contratos, pero eso no es ilegal”. Y tercero, que frente a la certeza de un amplio sector social —mucho más que los malquerientes del gobierno calderonista— de que el señor Mouriño actuó, por lo menos, sin la menor ética, el Presidente responde con un tufo autoritario: “¡Se queda, porque se queda”. Además, confirma a los ojos ciudadanos que sí sabía de las andanzas de su operador político.
En efecto, son muchas las voces que recomiendan que el Presidente sostenga a su secretario de Gobernación, porque cambiarlo sería una muestra de debilidad frente a sus adversarios, frente al PRD y al señor “legítimo”, porque se pondría en riesgo la estabilidad política… Y es muy probable que eso sea cierto, pero también tienen razón aquellos que señalan que la institución presidencial es mucho más grande, más importantes que un partido, un político y un escándalo.
Y lo que vemos hoy es a un gobierno empeñado en mantener en su cargo a un político que la sociedad, a través de eso que conocemos como “la opinión pública”, ya calificó de poco ético. Es decir, el Presidente se convierte en defensor de un servidor público al que una buena parte de la sociedad no ve como un hombre honesto. Con ello, el gobierno y el Presidente caminan en dirección contraria a la que camina y perciben sectores amplios. Felipe Calderón se coloca en el lado opuesto ya no de sus críticos naturales, sino incluso de sus aliados.
Y cuando un gobierno y un presidente caminan en sentido contrario al de sus gobernados, cuando los mensajes que envía no son de autoridad sino autoritarios, entonces sí estamos ante un riesgo real de crisis política y de gobernabilidad. Por supuesto que todo gobernante debe defender a sus colaboradores, porque son parte de su proyecto, pero la prioridad de todo gobierno está en la defensa de los intereses de la sociedad. Y el señor Mouriño no representa los intereses sociales. En todo caso, dos de cada tres encuestados proponen que deje el cargo.
Ricardo Alemán
Itinerario Pólitico - El Universal
Las verdades a medias del spot de Pemex y además, sigue el caso Mouriño
Mientras Juan Camilo Mouriño envía un expediente a la Secretaría de la Función Pública, a la PGR y al Congreso para probar su inocencia; seguimos en medio del debate sobre la reforma energética: ahora es Pemex, a través del spot del “tesoro mexicano” y menciones pagadas, quien entra a la discusión y da indicios de por dónde irá la propuesta federal que sería presentada después de Semana Santa.
El famoso spot de Pemex ha levantado polémica, no sólo por el contenido del mismo, sino porque incluso antes de su estreno, se inició una campaña publicitaria que incluye a personas famosas de Televisa y Tv Azteca que hablan maravillas del proyecto que propone buscar el “tesoro” ubicado en aguas profundas. Son anuncios disfrazados, o “menciones”, como se dice en televisión.
El spot dura cerca de cinco minutos, fue lanzado en televisión nacional el martes 4 de marzo en una suerte de “cadena nacional” pagada y en general, habla de la experiencia de Pemex en extraer petróleo en yacimientos que están en tierra y cerca de las costas, pero deja claro también, que “hay un tesoro escondido debajo del mar”, que es una riqueza que nos pertenece a todos y debemos ir por ella.
Las ideas básicas de este anuncio son:
Hay petróleo en aguas profundas, pero Pemex no tiene suficientes recursos para extraerlo y se requiere de tecnología de punta (que no tenemos, pero sí otros países) para lograrlo.
Que naciones como Brasil, Cuba y Estados Unidos, ya están realizando trabajos en aguas profundas desde hace años, y eso coloca a México en desventaja, sobre todo con el vecino del norte por el asunto de los yacimientos transfronterizos.
México tendrá la oportunidad de mejorar servicios de educación, salud y otros, con los beneficios que se obtendrían de excavar en aguas profundas.
Para Petróleos Mexicanos, este spot no tiene el objetivo de intervenir en la discusión sobre la reforma energética, sino más bien, mantener a la población informada sobre lo qué está sucediendo en la paraestatal, y enviar el mensaje de que Pemex necesita tecnología para fortalecerse. Sí, ajá. Bueno, cumplo con decir su argumento.
Una de las principales críticas a este spot, es que días antes del estreno oficial, circuló por Youtube otra versión, idéntica, pero que contiene una frase que en la versión oficial ya no apareció: “México puede establecer alianzas con quien ya cuenta con la tecnología y la experiencia para explotar yacimientos en aguas profundas.” Les dejo el video aquí:

Debido a lo anterior, se han despertado diversas opiniones en contra de la campaña de Pemex. Por ejemplo, Manuel Bartlett Díaz aseguró que esto sólo quiere decir que Felipe Calderón está decidido a privatizar Pemex, y que “ya lanzó la ofensiva mediática a favor de intereses transnacionales”.
Aseguró que en este comercial sólo se engaña al pueblo mexicano, y que es una muestra de que al gobierno federal le urge entregar a las transnacionales el Golfo de México, puesto que el país todavía puede continuar con la explotación de los yacimientos en tierra y en aguas someras. Que no tenemos que ir ya, como plantea el video, a “aguas profundas”.
La versión oficial de este video no incluye la palabra “alianzas”, y de hecho, en el spot nunca se habla de privatización y no se menciona ninguna palabra que haga alusión a esto. O más o menos, porque si uno analiza el tema con lupa, digamos, es lógico.
Basta saber un poco más de los casos que ponen como ejemplos: Brasil, Cuba y Estados Unidos. Con los dos últimos, además, compartimos reservas petroleras en aguas profundas, por cierto.
Brasil no tiene petróleo en tierra ni en aguas someras. Por eso ha tenido que invertir en la tecnología para extraer petróleo de aguas profundas (a partir de los 500 metros) y ultraprofundas porque no le quedaba de otra. No es el caso de México: por lo que sabemos de nuestras reservas hay todavía oportunidades en tierra, en aguas someras y también en profundas y ultraprofundas. Y también hay que saber que Petrobras es una empresa que controla el Estado, sí, pero que no le pertenece del todo. Sólo tiene el 40 por ciento de ella.
Cuba, por su lado, tampoco tiene petróleo en tierra. Por eso ha tenido que extraerlo de aguas profundas. Fidel Castro subdividió sus aguas territoriales en 59 regiones, y ha firmado los famosos “contratos de riesgo” (es decir, ellos explotan pero se quedan con parte de lo extraído) con varias empresas como la española Repsol, la noruega Norks Hydro, la canadiense Sherrit y la vietnamita Petrovietnam. También con PDVSA de Venezuela y Petronas de Malasia.
En el spot, con respecto a Estados Unidos, se centran en el potencial y casi inminente problema de los yacimientos transfronterizos. Y bueno ahí sí que es todo un dilema: Estados Unidos ya comenzó a explorar; nosotros no. Está el fantasma del famoso “efecto popote” y también el hecho de que será en enero de 2011 cuando se podría dar el banderazo de salida para la explotación en esos yacimientos, cuando finalice la moratoria del “Tratado de Hoyo de Dona”. Pero también algo que yo he escuchado muy poco como argumentación: que hace falta aún un fuerte trabajo de derecho internacional. Porque no queda claro a quién pertenece qué y quién tiene derecho a explotarlo.
En fin, que los ejemplos están bien escogidos para el propósito de Pemex y el gobierno: convencernos de la necesidad de hacer alianzas con empresas a cambio de una renta de petróleo. Socializar esa idea.
Porque sí hay ejemplos de otros países en el mundo que han hecho las cosas diferentes. Como Rusia. En ese país, la petrolera Gazprom contrata los servicios de una empresa petrolera británica como proveedor, sin compartir renta de gas alguna. Y eso por citar un ejemplo. Y es que –aunque caro, es verdad—sí hay manera de contratar los servicios de exploración. Está por ejemplo, FMC Tecnologies… y eso sólo por poner algo accesible vía Internet.
Esa es otra cosa que no se dice en el anuncio de Pemex: que hay otras opciones. Creo que es fácil saber por qué: la tirada de la iniciativa petrolera sí vendrá en el sentido de abrirse a alianzas. Y para ello se tendría que reformar la Constitución… o bien hacerse de la vista gorda con leyes secundarias. ¿Creen que va por ahí?
En fin, que no crean que la campaña de Pemex es únicamente la transmisión de este spot, además, no sé si han notado que diversas personalidades del espectáculo se han unido a la “cruzada” de la paraestatal.
Por ejemplo, días antes de que todos conociéramos el spot, en el partido Cruz Azul- Guadalajara, a media transmisión, Christian Martinoli de Tv Azteca, dijo que todos los mexicanos tenemos un tesoro y que pronto conoceríamos de qué manera obtenerlo.
Asimismo, el miércoles 5 de marzo, un día después del lanzamiento en televisión nacional, en el programa matutino Hoy, Andrea Legarreta y Ernesto Laguardia comenzaron a hablar sobre las maravillas de explorar en aguas profundas, y se notó que no sabían mucho del tema, ya que con lo que pareció ser una falla en el teleprompter tuvieron que improvisar, y en realidad no supieron que decir.
Hubo también menciones el domingo 9 de marzo; en el programa Vecinos del Canal de las Estrellas, se incluyó parte de la información del spot en el diálogo de los personajes. Y ni qué decir en Caiga quien Caiga cuando Atala Sarmiento explicó cuál es el tesoro de todos los mexicanos, o de Mónica Garza en Historias Engarzadas repitiendo la fórmula. ¿Saben de alguien más?, ¿otro programa que sea también parte de la campaña?
Cabe mencionar que en todas las “menciones” anteriores en ningún momento se dice que es publicidad pagada. ¿Les parece bien que se haga así? ¿Se la creen?
Y estamos en espera de la presentación de la iniciativa a la Reforma Energética, que en teoría llegará después de Semana Santa…

El Mouriñogate sigue…
Y mientras Pemex hace su luchita por convencernos, el martes el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, envió un expediente a la Secretaría de la Función Pública (SFP), a la Procuraduría General de la República (PGR), y a las Cámaras de Diputados y Senadores; con información que en teoría, demuestra su inocencia de las acusaciones que se han hecho en su contra por tráfico de influencias.
En conferencia de prensa, Mouriño aseguró que firmó siete contratos como apoderado legal de la empresa Ivancar, pero que no hay nada ilegal en sus acciones, por lo que se dijo dispuesto a colaborar con las instituciones correspondientes para aclarar el caso.
Todo esto sucedió después de que Juan Camilo diera una entrevista a López Dóriga y se defendiera diciendo que sí firmó pero que todo era una jugada sucia de sus detractores, que actuando de forma dolosa sólo querían perjudicar a México y en particular, al gobierno de Felipe Calderón. De inmediato, López Obrador dio a conocer más contratos.
Por lo pronto, se presume que la PGR investigará el caso Mouriño, y la propuesta de crear una comisión investigadora sigue en veremos; ya que, en Cámara de Diputados no logran ponerse de acuerdo y los senadores, por su parte, pospusieron discutir el tema hasta después de vacaciones de Semana Santa. Pues si, ¿para qué irse de vacaciones preocupados por este tema, no?
Tendremos que esperar unos días a ver si esto llega a una conclusión, pero la que ya levantó la voz fue Ruth Zavaleta, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Dijo que aunque no puede juzgar porque no es Ministerio Público, en un país democrático no se puede sostener a un funcionario que arrastra cuestionamientos como los que le quitan el sueño hoy a Mouriño, por lo que, en sus palabras, “por ética y moral, independientemente de que procediera o no la demanda, él tendría que renunciar.” Uuuuy…. ¡fuerte!, ¿no?
Ahora, la verdad es que no sé si todo esto le quita el sueño a Mouriño. ¿Vieron la foto de ayer en primera plana de El Universal? Después de llegar de su conferencia de prensa, llegó a Los Pinos a una comida para el Presidente de Islandia que pareció fiesta de apapacho para él…
¿Creen que el secretario de Gobernación deba renunciar?, ¿procederá la investigación en la PGR? Si se comprobara el tráfico de influencias, ¿qué institución sería la encargada de emitir un castigo?, ¿qué tipo de castigo le correspondería?
¿Por qué lo sostiene el Presidente? ¿Será capaz, con tantos –mínimo— cuestionamientos y dudas de negociar alguna reforma energética? ¿Vieron la encuesta de María de las Heras donde el 85 por ciento de los entrevistados dicen que lo que hizo Mouriño es inmoral? ¿Coinciden?
Katia D’Artigues Beauregard
C@ampos Eliseos - El Universal

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